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El trabajo eléctrico en casa es complicado aunque siempre hay ciertas tareas pequeñas que un propietario puede hacer sin necesidad de un electricista profesional. Cambiar bombillas es una de ellas. Aunque por muy fácil que parezca es posible que te lastimes mientras lo realizas.

Por eso, te recomendamos que sigas esta fantástica guía para cambiar bombillas que desde Perlimp hemos creado para ti:

Tipos de bombillas

Para empezar tenemos que conocer los distintos tipos de bombillas

Existen un montón de diferentes tipos de bombillas. Varían según el tamaño, la forma, el vataje e incluso el color. Hemos elegido las más usadas para esta publicación:

Incandescente: estas son las bombillas más utilizadas en el España y el mundo. Oscilan entre 40 y 110 vatios. Puede durar hasta un año. Su luz suele ser cálida. Dependiendo de la potencia, la bombilla puede tener un brillo de color amarillento a blanco. También se pueden encontrar opciones de vidrio coloreado. Las bombillas incandescentes se pueden utilizar para todo tipo de iluminación, incluidas las lámparas de habitación y las linternas.

Halógeno: las bombillas halógenas son muy similares a las bombillas incandescentes, con la diferencia en su vida útil. En general, las bombillas halógenas tienen una vida más larga. Usan gas halógeno en un sistema llamado ciclo halógeno que elimina la evaporación de tungsteno y evita que se pegue al vidrio. Las bombillas halógenas producen una luz blanca similar a la luz del día alrededor del mediodía, por lo que a menudo se utilizan para oficinas, empresas y salas de estudio.

LED: Los diodos LED o emisores de luz son una de las opciones de iluminación más eficientes energéticamente. Son fríos al tacto incluso cuando están iluminados. Las bombillas LED usan menos electricidad que otras opciones, no contienen mercurio y no emiten rayos UV o infrarrojos. Pueden durar hasta 10 años.

CFL: Los CFL, o fluorescentes compactos, son otro tipo de bombillas de bajo consumo. Son más asequibles que los LED y duran hasta 10 años. Sin embargo, la CFL contiene mercurio, que es peligroso si se rompe. Otro inconveniente es que la CFL puede tardar 30 segundos en iluminarse completamente.

Cómo cambiar una bombilla

No hay cosa que moleste más que volver a casa del trabajo, cansado, apretar el interruptor de la luz y ver que ésta parpadea, hasta que finalmente la habitación se oscurece por completo. No entres en pánico…

Cambia la bombilla durante el día: si da la casualidad de que la bombilla se ha fundido cuando es de noche ilumina bien la zona con aparatos adicionales: velas, linterna del móvil, etc. Así evitarás hacerte daño pisando una silla, una escalera, etc.

Apaga la fuente de alimentación: si estás cambiando la bombilla de un accesorio con un enchufe, sácalo de la toma de corriente. Si estás cambiando la bombilla de una iluminación de la pared o el techo, sería una buena idea apagar la alimentación solo para estar seguro. Al hacer esto, apagarás toda la iluminación de su casa, lo cual es otra razón para reemplazar la bombilla durante el día.

Utiliza una escalera robusta: existen cambiadores de bombillas que son ideales. Si tienes uno de esos, úsalo para no tener que subirte en una silla o una escalera. Si no, asegúrate de usar una escalera resistente. Lo ideal es que un miembro de tu familia te brinde apoyo adicional por si acaso.

Saca la bombilla del zócalo: una vez que puedas alcanzar la bombilla, tócala ligeramente para asegurarte de que no esté caliente. Si es fácil de agarrar, gírala hacia la izquierda. A veces la base de la bombilla se mantiene unida al zócalo. Si esto sucede, necesitarás unos alicates para quitar el tornillo. Haz que tu ayudante sostenga la bombilla vieja mientras atornillas la nueva. Pon la bombilla nueva en el casquillo. Una vez que el zócalo esté vacío, coloca la base de la nueva bombilla en su lugar y gírala hacia la derecha. Una vez que ya no puedas apretar más, tu trabajo está hecho. No la aprietes demasiado, ya que podría romperse fácilmente. Ahora, puedes encender la fuente de alimentación y probar tu nueva bombilla.

Cómo cambiar una bombilla de tubo

Las bombillas estándar son fáciles, pero ¿qué haces cuando tienes que quitar una bombilla de tubo de una lámpara fluorescente y colocar una nueva? Las luces fluorescentes son generalmente mucho más resistentes que las estándar, pero llegará un momento en el que tendrás que reemplazarlas. Esto es lo que tienes que hacer:

Apaga la alimentación: nuevamente, al manejar cualquier trabajo eléctrico, incluso una tarea pequeña como esta, es mejor estar seguro. Desconecta la alimentación de la caja de fusibles y comprueba si alguna iluminación sigue funcionando. Si no, estás listo para tu tarea. También puede usar un comprobador de voltaje para verificar que no haya energía en el dispositivo.

Prepara unas escaleras: con las lámparas fluorescentes, necesitarás una escalera de mano que pueda llevarte al techo. Coloca una escalera de mano debajo del accesorio y asegúrate de tener un compañero para soporte adicional.

Retira el fluorescente: gira el tubo 90 grados, mientras sostienes con cuidado ambos extremos con las manos. Podrás girarlo en cualquier dirección hasta que se detenga y se deslice fuera del accesorio. Baja suavemente el tubo y entrégalo a la persona que esté abajo. Ten cuidado, ya que estos tubos tienden a girar cuando no están colocados en una posición estable.

Coloca el nuevo tubo: para instalar la nueva luz fluorescente, alinea sus extremos con las ranuras en cualquiera de los zócalos. Una vez que estén en su lugar, gíralo 90 grados hasta que encaje en su lugar. Cuando lo sueltes, debe permanecer allí firmemente. Puedes dar un suave tirón al tubo para probarlo.

Prueba el nuevo fluorescente: vuelve a encender la alimentación y enciende la lámpara fluorescente. Algunos modelos necesitan un minuto para alcanzar el brillo total. Si la nueva bombilla tampoco funciona, es posible que tenga un fallo de funcionamiento del dispositivo, por lo que necesitarás la ayuda de un electricista profesional.